La Economía Circular en Colombia y sus múltiples beneficios para el desarrollo sostenible del país

Para hablar de economía circular debemos saber cómo este nuevo modelo busca ser “regenerativo” en cada una de sus fases y cómo estas indican que se contribuye de manera significativa para la reducción de la crisis socio ambiental en la que se enfrenta Colombia y el mundo. Para lograr que se de en su máximo potencial, consideramos analizar el impacto social positivo que esta puede llegar a ofrecernos para cerrar las brechas de desigualdad, desempleo, pobreza y cómo estos comportamientos influyen para mitigar la crisis climática a la que hoy se enfrenta el planeta y la humanidad. El anterior análisis se realizó con un enfoque argumentativo, exploratorio y documental, pues se revisó conceptos emitidos por expertos, investigaciones público privadas y experiencias nacionales.

Luego de la COP 21 en Paris en 2015 [1] donde se implementó la Agenda 2030 [2] y los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS [3], nació un comportamiento que expandió la tendencia mundial por la implementación de nuevos modelos de desarrollo bajos en carbono dentro de las lógicas nacionales de los países que ratificaron dicho acuerdo multilateral. Estas lógicas dadas, responden a la adaptación y mitigación del cambio climático, cierre de brechas sociales, conservación de la riqueza natural, entre otros aspectos fundamentales que ayudan a reducir la huella ecológica de la actividad humana en el planeta tierra.

Para lograr la aplicación de dicha agenda, los distintos países europeos y latinoamericanos vienen trabajando mano a mano en una serie de programas y proyectos que contribuyen, de manera real, a la aplicación que potencia la sostenibilidad social, económica, ambiental y el reconocimiento de la corresponsabilidad como ejes fundamentales para lograr el objetivo de controlar la crisis social y ambiental en la que se afronta la humanidad hoy en día. (A. Rodríguez, 2019) [4]

Particularmente en Colombia, desde el año 2016, se vienen desarrollando instrumentos normativos que facilitan la creación de programas, proyectos y planes que contribuyen a dichas metas en todo el territorio nacional, lo que hace que actualmente el país cuente con un sistema regulatorio ejemplar en Latinoamérica, con proyecciones ambiciosas en temas de sostenibilidad, competitividad, impacto social y ambiental positivo. Como se ha venido hablando, las actuales preocupaciones por el cambio climático, el crecimiento poblacional, y la escasez de recursos  exponen el peligro de permanecer en una economía lineal, es por eso que la economía circular surge como una alternativa, que plantea una nueva forma de considerar la producción y el consumo de manera sistémica a partir de una propuesta regenerativa, donde se promueve un uso eficiente de los recursos y de la energía, reduciendo la extracción de materia prima, extendiendo su vida útil al máximo y aumentando la producción, a partir de ideas innovadoras y tecnologías que lo posibiliten. (Pacto Global, 2020) [5] Dicho de otra manera, es un nuevo modelo económico donde el material y la energía circulan, reduciendo la influencia de la actividad de los seres humanos en el ambiente.

Con este panorama y el concepto de la economía circular en auge, en 2019 se introduce en el país la Estrategia Nacional de Economía Circular – ENEC [6] siendo la primera estrategia de este tipo en América Latina, implementada con el propósito de cumplir la lógica de “producir conservando y conservar produciendo”. Dicha estrategia brinda beneficios de triple impacto como los son: los beneficios económicos, estos se dan a partir de la valorización de los recursos y la reducción de costos de producción como lo menciona la Ellen MacArthur Foundation [7]. Adicionalmente, dichos beneficios incluyen la atracción de nuevas fuentes de financiación, la innovación en nuevos productos, modelos de negocios y sistemas de infraestructura sostenible, generando que agencias internacionales como el Foro Económico Mundial estimen que la economía circular representará globalmente beneficios económicos por 380 mil millones de dólares al año. (Ellen MacArthur Foundation, 2014) [8] Sumado a lo mencionado con anterioridad desde la implementación de la ENEC, se espera que Colombia tenga ahorros de 11,7 mil millones de dólares en materiales y oportunidades de nuevos negocios, así como la generación de encadenamientos y el fortalecimiento de cadenas de valor, como uno de los factores generadores de productividad como lo menciona la ENEC.

En cuanto a los beneficios sociales que trae para el país, se encuentran principalmente dos; primero se debe tener en cuenta el cambio de cultura hacia la “circularidad” de la producción en las empresas y el consumo responsable desde las personas, relación que hace que se fomente como segundo gran beneficio, la inclusión de los recicladores de oficio desde los esquemas de aseo para el retorno de los materiales al ciclo productivo, generando con ello una dignificación de su labor, fomento que hace un sistema regenerativo que funciona de manera sistémica y conectada.

Además, no podemos olvidar que estos beneficios están directamente relacionados con mejorar las condiciones ambientales del territorio nacional ya que el objetivo es retener el valor de los recursos, los productos, las partes y los materiales; para crear un sistema que asegure la larga duración, el rendimiento, el re fabricación, y el reciclado.

Podemos concluir diciendo que la economía circular en Colombia, busca de manera directa acelerar la implementación de una nueva economía consciente con valor compartido llena de oportunidades para compartir y colaborar en dinámicas bajas en carbono y socialmente responsables ligadas directamente a la conservación de la riqueza natural de nuestro territorio.